
El agro pide retenciones cero y más apertura comercial
Durante una mesa de debate en el Coloquio IDEA, referentes del sector agropecuario expresaron con firmeza sus demandas: reducción de la carga tributaria, inversiones en infraestructura y tecnología, y un esquema de retenciones cero como meta central.
Reclamos urgentes desde el agro
Los principales CEOs del agro, presentes en la ronda de debate organizada por Ámbito, coincidieron en que Argentina debe mirar lo que hacen países como Brasil y Chile: políticas estables, incentivos tecnológicos e infraestructura de calidad como pilar del crecimiento.
Este reclamo no es nuevo: se insistió en fortalecer la seguridad jurídica y darle al productor un horizonte previsible. Como dijo Ignacio Lartirigoyen, “el productor argentino es resiliente, pero necesita reglas claras para no estancarse”.
Retenciones: bajarlas ya, pero con un plan
Muchos oradores defendieron una reducción inmediata de las retenciones y plantearon la necesidad de una reforma impositiva estructural para bajar la presión tributaria total. También subrayaron las falencias en conectividad dentro del campo, destacando nuevas tecnologías como internet satelital (Starlink) para llevar servicios donde antes no llegaban.
Marcos Bradley, de Syngenta, abogó por unir tecnología y comercio internacional como eje de la estrategia agrícola futura. Comparó la evolución de Brasil en producción de granos con el estancamiento argentino, y sugirió que es hora de recuperar terreno con innovación y reglas claras.
Brechas de rendimiento y el debate por la soja
Juan Lariguet (Corteva) enfatizó que, con la tecnología actual, la brecha en maíz podría cerrarse casi por completo. Pero en soja, la diferencia es más difícil de salvar debido a décadas de regulación restrictiva. “Una variedad de soja puede tardar 10 a 15 años en desarrollarse. Necesitamos certidumbre para que esas inversiones rindan”, explicó.
También comparó con Chile, remarcando que ese país mantuvo políticas estables por 40 años, lo que permitió construir sectores exportadores fuertes —enfrentando condiciones climáticas similares— mientras Argentina quedó rezagada.