Un giro político en medio de la desesperanza
Los argentinos, en pleno uso de su derecho democrático, eligieron en las elecciones generales de 2023 a Javier Milei como nuevo presidente de la Nación. Con el 55,65% de los votos frente al 44,35% de Sergio Massa, el economista libertario asumió el cargo en un país marcado por la crisis económica, el hartazgo social y la desconfianza institucional.
Este cambio político no solo significó una elección electoral: fue un punto de quiebre en la historia reciente del país, marcando el fin de una etapa kirchnerista de dos décadas y el inicio de un proyecto de corte liberal y antiestatista, como pocas veces se ha visto en América Latina.
La Argentina que Milei encontró
Cuando Milei asumió el poder, la Argentina estaba atravesada por múltiples fracturas: una economía fuertemente deteriorada, una emisión monetaria descontrolada, niveles alarmantes de inflación y pobreza, conflictos gremiales constantes y una inseguridad creciente.
En ciudades como Buenos Aires, la vida cotidiana estaba condicionada por piquetes, quema de neumáticos y bloqueos sindicales que obstaculizaban el trabajo y el tránsito. En paralelo, el sector privado enfrentaba serias trabas para invertir y contratar legalmente, bajo un sistema laboral rígido que incentivaba la litigiosidad y desalentaba la formalización del empleo.
Una nueva hoja de ruta económica y social
La nueva gestión implementó una serie de reformas de corte liberal, que incluyen la apertura económica gradual, la flexibilización del comercio, y un intento por ordenar las cuentas públicas a través del ajuste fiscal. Además, el gobierno busca mejorar indicadores como la seguridad ciudadana y los niveles de empleo formal.
Sin embargo, el proceso no ha estado exento de costos sociales. La devaluación inicial de diciembre de 2023, sumada al efecto rezagado de la inflación acumulada durante el final del gobierno de Alberto Fernández y la campaña electoral de Massa —conocida como el “plan platita”— dejó a buena parte de la población con sueldos profundamente desactualizados frente al costo de vida.
Aunque el índice de inflación mensual ha bajado, el aumento general de precios sigue siendo muy elevado en términos anuales, y la recuperación del salario real aún está lejos de concretarse. Muchos ciudadanos no logran cubrir sus gastos básicos mensuales, lo cual pone en duda la eficacia de las recetas económicas en curso.
La brecha entre el modelo ideal y la realidad cotidiana
El modelo de país que se proyecta desde el Ejecutivo contrasta con lo que vive a diario gran parte de la población. La idea de “ser un país modelo” no alcanza si no se garantizan derechos básicos como el acceso a la salud, la alimentación, la educación y la vivienda.
No se puede hablar de éxito si la mayoría no llega a fin de mes. La realidad económica diaria no siempre se refleja en los indicadores que se muestran al exterior.
El caso Concordia: termómetro social del interior
Un claro ejemplo de esta contradicción puede observarse en Concordia, ciudad entrerriana que durante años fue considerada la más pobre del país. Aunque hoy dejó ese lugar en las estadísticas, la situación social sigue siendo delicada.
- Los Funcionarios estatales con sueldos congelados y el personal de planta con ingresos por debajo de la inflación.
- El comercio local experimenta una baja sostenida en las ventas.
- Las obras públicas son escasas y el empleo informal en aumento.
- El clima social está dividido entre quienes apoyan al nuevo gobierno y quienes se sienten cada vez más excluidos.
Entre la ilusión del cambio y la urgencia del presente
La gestión de Javier Milei representa un experimento inédito en la Argentina contemporánea. Con apoyo popular, reformas profundas y un discurso disruptivo, busca transformar estructuras históricas del Estado. Pero en esa transición, el pueblo argentino sigue enfrentando dificultades concretas: sueldos bajos, inflación persistente, y un día a día donde el futuro todavía no llega.
El gran interrogante es si el rumbo elegido logrará, más allá del relato, mejorar la calidad de vida real de los argentinos.