Crisis en el cielo: La Libertad Avanza se derrumba en Santa Fe

El primer test electoral del año expuso grietas dentro del oficialismo nacional. La Libertad Avanza quedó tercera en Santa Fe, con una estrategia errática impulsada por “Lule” Menem y sin alianzas clave. La derrota enciende alarmas de cara a lo que viene.
Santa Fe marcó el inicio de un año electoral agitado, y el resultado dejó golpeado al oficialismo libertario. La Libertad Avanza (LLA) apenas alcanzó el 14,11% de los votos en las elecciones para convencionales constituyentes y quedó muy lejos del ganador, Maximiliano Pullaro, que se alzó con más del 34%. También fue superada por el peronista Juan Monteverde, lo que profundizó las tensiones internas en el gobierno nacional.
Falló la estrategia libertaria en Santa Fe
La conducción de la campaña santafesina quedó en manos de Eduardo “Lule” Menem, hombre de confianza de Karina Milei, quien apostó por una fórmula “pura” sin alianzas, desoyendo los consejos del asesor presidencial Santiago Caputo. Este había propuesto tender puentes con Amalia Granata, quien terminó obteniendo el 12,35% por fuera de LLA. De haberse unido, podrían haber desplazado al peronismo del segundo lugar.
Pero la Casa Rosada apostó por la autonomía electoral. La diputada nacional Romina Diez, figura clave del armado libertario en Santa Fe, también participó de la estrategia. La promesa interna era ambiciosa: alcanzar un piso del 25%. El resultado final, sin embargo, dejó sabor a derrota y desató pases de factura internos en el Gobierno.
Tensión con aliados y una oposición que se reorganiza
La caída en Santa Fe no solo debilitó al oficialismo libertario. También revitalizó al PRO, que integra el frente provincial Unidos para Cambiar Santa Fe. Mauricio Macri, distanciado de Javier Milei, había respaldado al gobernador Pullaro, cuya gestión ahora suma respaldo electoral tras el operativo de seguridad conjunto con Patricia Bullrich en Rosario.
Sin embargo, Bullrich también quedó marginada de la estrategia electoral de LLA, a pesar de contar con dirigentes locales influyentes como Federico Angelini o el radical libertario Gabriel Chumpitaz. Este ninguneo encendió malestar en sectores del PRO, que ahora buscan reorganizarse en la provincia.
Un primer golpe que no altera la hoja de ruta nacional
Desde el oficialismo minimizan la derrota. Recuerdan que en 2023, LLA también cayó en varias elecciones provinciales anticipadas, pero luego ganó las presidenciales. De todos modos, los tropiezos en Santa Fe podrían repetirse en las elecciones desdobladas de mayo en Salta, Jujuy, Chaco y San Luis, donde los libertarios llegarán divididos y con pocas chances reales de imponerse.
En Rosario, el periodista Juan Pedro Aleart, ligado a Bullrich, fue quien logró el mejor resultado dentro del espacio. Aunque eso no alcanzó para revertir una estrategia mal diseñada desde el inicio.
En resumen, el oficialismo nacional pagó caro su aislamiento político y la falta de acuerdos en un escenario donde necesitaba sumar para construir poder territorial. En Santa Fe, la caída de LLA no solo fue un golpe electoral, sino una advertencia clara hacia el futuro inmediato.