La paradoja que afecta al comercio en Concordia

Realizamos una recorrida por las principales zonas comerciales de Concordia para dialogar con comerciantes e interiorizarnos sobre el movimiento de ventas en el cierre del año durante las Fiestas. Este siempre fue el momento, el mes de diciembre, donde los comercios logran una mayor diferencia de caja, lo que les permite luego hacer frente a los siguientes meses, enero y febrero, donde el consumo en la mayoría de las actividades comerciales disminuye enormemente.
Limitarnos únicamente a la zona céntrica sería dejar de lado la mayoría de las opiniones, ya que con el crecimiento de nuestra ciudad es imposible obtener un panorama objetivo sin recorrerla casi en su totalidad.
En nuestra cobertura, la gran mayoría de los comercios, en palabras de propietarios y empleados, aseguraron que las ventas disminuyeron enormemente en relación a años anteriores. Atribuyen esta disminución no tanto a la situación del país, ya que el movimiento de personas fue enorme, pero la competencia también.
Los comerciantes expresaron que el municipio adoptó una política de inclusión y promoción de emprendedores, los cuales están proliferando de manera descomunal por falta de planificación, transformándose en una competencia desleal para los comercios debidamente instalados que cumplen con todos los requisitos para funcionar dentro de la legalidad.
Algunas de las inquietudes manifestadas por los comerciantes fueron: “¿Para qué voy a pagar $ 347.000 por cada local de tres por tres, debiendo contar con cuatro que suman $ 1.388.000, para que el espacio sea apropiado y dar empleo a tres personas, si puedo instalarme en el garaje de mi casa y nadie controla? También me olvido de los impuestos”.
Por otra parte, una propietaria de tienda nos expresó: “Buscan que las personas creen emprendimientos, como no hay controles y la competencia es mucha, el emprendedor no hace un mango, a pesar de que no paga nada, y yo me veo obligada a echar gente por falta de ventas. Entonces se transforma en una paradoja, quieren generar empleo y, en realidad, están generando desocupación”.
Disgustada, una comerciante también nos comentó: “No vendimos nada en relación a los años anteriores, porque nuestra mercadería tiene un valor relacionado con el costo de la prenda, el alquiler, los impuestos, y un sinfín de gastos para funcionar. Te puedo asegurar que en la dirección (preferimos no revelarla, aunque corroboramos la existencia), se cansó de vender. Es un local instalado a puerta cerrada en un hogar de familia, pero por dentro tiene una boutique de primera”.
Las mayores quejas pasaban por la competencia desleal, no por las medidas que buscan que las personas tengan empleo, sino más bien por el tema precios, argumentando que quien ni siquiera paga impuestos, y menos aún un alquiler, porque el Estado les permite hasta instalarse en lugares públicos, siempre saldrá beneficiado.
La Municipalidad de Concordia tiene por delante una paradoja a resolver, que es continuar con las campañas de promoción de ocupación y empleo, sin generar desocupación y desigualdad frente a la ley.