Emprendedores capacitados: ¿Una solución?
Recientemente, la Municipalidad de Concordia, a través del Departamento de Políticas para la Tercera Edad, organizó el taller “¿Tengo Perfil Emprendedor?”, con el objetivo de capacitar a los vecinos interesados en fortalecer sus habilidades emprendedoras. Este tipo de iniciativas, que buscan fomentar el emprendimiento y la creación de proyectos, son esenciales para generar empleo y permitir que muchos accedan a la oportunidad de trabajar de forma independiente. Sin embargo, detrás de la buena intención de capacitar y apoyar a los emprendedores, surgen una serie de cuestionamientos sobre su impacto real en el comercio local.
Es cierto que el taller, a cargo de las disertantes Claudia Cevey y Alejandra Pessoa, brindó herramientas útiles y motivacionales para aquellos que buscan identificar y potenciar su perfil emprendedor. Según Cevey, jefa del Departamento de Empleo, Concordia ha demostrado un gran interés por el emprendimiento, y es emocionante ver cómo los vecinos se animan a dar el primer paso hacia la creación de proyectos propios. Sin duda, iniciativas como esta son importantes para el crecimiento personal y colectivo, ya que promueven el desarrollo de nuevas ideas y el empoderamiento de los ciudadanos.
Sin embargo, es necesario hacer una reflexión crítica. El crecimiento desmedido de emprendedores no siempre beneficia al comercio local, especialmente cuando muchos de estos nuevos proyectos no cumplen con las normas básicas que se exigen a los comercios establecidos. La falta de impuestos, habilitaciones, regulaciones y hasta espacios públicos para instalarse, crea una competencia desleal para aquellos comercios locales que, a diferencia de los emprendedores informales, deben cumplir con un sinfín de requisitos para operar legalmente.
Este escenario provoca que, en lugar de generar un ambiente de colaboración, se produzca una confrontación entre los pequeños empresarios locales y los nuevos emprendedores, que operan en condiciones más favorables debido a la falta de regulación. Si bien todos tienen el derecho a trabajar y a desarrollar proyectos, la desigualdad de condiciones entre los que cumplen con los requisitos y los que no lo hacen, termina afectando a aquellos que sí se ajustan a las normas y al comercio local.
Por lo tanto, si bien capacitar a los emprendedores es necesario y beneficioso para la comunidad, es fundamental que se establezca una regulación equitativa para evitar que esta proliferación de emprendedores se transforme en una carga para los comercios establecidos. De no equilibrarse estas condiciones, los comercios locales seguirán siendo los más perjudicados, mientras que los emprendedores informales se benefician de un sistema desequilibrado.
La Municipalidad de Concordia tiene una gran responsabilidad en encontrar el equilibrio entre fomentar el emprendimiento y proteger a aquellos comercios que ya luchan día a día para sostenerse. El futuro de la ciudad debe ser uno en el que todos los actores del sector productivo puedan coexistir y prosperar, pero para ello es necesario que las políticas sean justas y equitativas para todos, y tener en cuenta que el comercio establecido crea puestos de trabajo.